domingo, 19 de abril de 2009

UTILIZA MI CAPUCHA

Durante cinco años, el abad había enseñado al novicio todo lo que sabía. Un tiempo después, el novicio regresó de su cueva del desierto, y ambos decidieron tomar té juntos, apreciando la puesta de sol. El abad estaba contento, pero el discípulo parecía triste.

-Hice todo lo que me pediste, y no consigo ser como tú. No aprendí nada.

El abad fue a su celda y volvió con una capucha parecida a las que usaban los beduinos.

-Ponte esto.

-No puedo. Es demasiado pequeño para mí.

-Entonces reduce tu cabeza.

-Eso es imposible.

-Más imposible es querer actuar como yo. Cada sombrero sirve sólo para quien lo compra, cada camino sirve sólo para quien lo recorre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

 

blogger templates | Make Money Online