
Mª Manuela me escuchas
yo de vestios no entiendo
pero te gusta de veras
ese que te estas poniendo
tan fino, tan transparente
tan escaso y tan ceñio
que a lo mejor por la calle
te vas a morir de frio.
Te siento que eres un cromo
pero cámbiate de ropa
en un instante
lo justo mientras
me tomo esta copa.
Ponte el de cuello cerrao
que te está de maravilla
que te llegue dos cuartas
debajo de las rodillas.
Cada vez que te lo pones
te encuentro tan elegante
que dentro de mi se sienten
los giraldillos de un cante.
Cógete de mi brazo
que nos vamos a la verbena
y vamos a ser la envidia
de todos los que nos vean
y yo voy muy orgulloso
de tenerte a mi vera
y con esto termina
esta hermosa canción
que ustedes lo pasen bien
y que los guarde Dios.
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