Caminando por la calle, el profeta preguntaba:
-¿Acaso no somos todos hijos del mismo Padre Eterno?.
La multitud asentía. Y el profeta continuaba:
-Entonces, ¿por qué traicionamos a nuestro hermano?.
Un chico que estaba presente le preguntó a su padre:
-¿Que es traicionar?.
-Es engañar a un compañero para sacar algún provecho.
-¿Y por qué traicionamos a nuestro compañero?-insistió el chico.
-Porque alguien empezó en el pasado y desde entonces nadie ha sabido cómo romper la cadena: o estamos traicionando o alguien nos está traicionando. Así siempre.
-Entonces yo no voy a traicionar a nadie-dijo el chico.
Y así lo hizo. Creció, recibió muchos golpes en la vida, pero cumplió su promesa.
Sus hijos sufrieron menos y fueron menos castigados por la vida.
Sus nietos ya nada sufrieron.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario